Proceso o Datos: ¿Importa qué es lo primero?

Lo cual es lo primero, proceso o datos? Eso depende de cómo definas tanto "proceso" como "datos". En el mundo real, parece no haber una sola respuesta correcta. Por un lado, quienes se dedican a la gestión de procesos empresariales (BPM) entienden el gran valor de los modelos de procesos, pero comenzar con un proceso cada vez puede hacer que se pierdan las historias que los datos pueden estar tratando de contar, y los procesos que luego se podrían construir para contarlas.

En situaciones como la gestión adaptativa de casos (ACM), los datos y los cambios de datos desencadenan decisiones y acciones, que se estructuran en procesos según sea necesario. Muchas organizaciones empiezan a pensar desde la perspectiva de los datos, y otras tantas se mantienen firmes en que el proceso es el punto de partida. He aquí algunos de los puntos que ambas partes señalan.
Un argumento a favor de Data First
En la práctica, no es infrecuente que la proliferación de datos que surgen sin mucho contexto haga que una organización cree procesos. Sea cual sea el negocio en el que se encuentre, los datos empiezan a acumularse inmediatamente, tanto si se da cuenta como si no. Incluye cosas como listas de precios, listas de clientes y registros de transacciones. Estos datos se acumularán independientemente de que haya o no un proceso para hacer algo con ellos. Pero con el tiempo, el crecimiento hace que la organización de todos esos datos tenga sentido. ¿Qué historia tratan de contar los datos? El desarrollo de procesos puede ayudar a averiguarlo.
Estos procesos pueden utilizarse luego para informar la comercialización, las ventas, el servicio de atención al cliente y las conversaciones con clientes potenciales y hacer que estos procesos sean más previsibles. El resultado suele ser más datos, y más procesos pueden dar lugar a nuevas ideas para derivar el significado de los datos que surgen.
Un argumento para el proceso primero
Igualmente insistentes son los que dicen que los datos no existen sin los procesos que los generan. Que los datos de ventas no existen sin el proceso de venta, por ejemplo. Quienes adoptan una perspectiva de proceso primero dicen que se empieza con las personas y los procesos, y que es su empresa y sus requisitos los que le ayudan a definir sus datos. En otras palabras, se utilizan procesos para definir el alcance y las limitaciones de la empresa, no los datos. Se debe comenzar con un proceso empresarial y luego crear definiciones de datos.

Los datos creados por sus procesos pueden conducir a más procesos, pero no existirían en primer lugar si no hubiera un proceso que los creara. Ese proceso puede ser tan simple como una orden de compra firmada, pero así es como se acumulan valiosos datos de ventas en primer lugar.
En lo que ambos lados pueden estar de acuerdo
Hay fuertes argumentos en ambos lados de este asunto, pero hay algunas cosas en las que ambos pueden estar de acuerdo. Por ejemplo, los propósitos de utilizar procesos para generar y actuar sobre los datos son en última instancia para hacer más eficiente el negocio, aumentar los ingresos y hacer felices a los clientes. Los partidarios de la idea de que los datos preceden al proceso siempre podrán argumentar que los datos preceden al proceso y, del mismo modo, los partidarios de la idea de que los datos preceden al proceso siempre podrán rastrear los datos hasta un proceso. Sea cual fuere el punto de partida, la necesidad de una gestión pertinente de los procesos empresariales requiere tanto datos como procesos. Ninguno de los dos puede alcanzar su potencial sin el otro.

Conclusión
Tanto si se construye un proceso basado en datos que ya se tienen, como si se crea un proceso para generar datos valiosos, el enfoque debe estar al servicio de un objetivo empresarial definido. Cualquiera que sea la perspectiva con la que se empiece, en última instancia se tratará de una mezcla de proceso y datos, y el resultado final debe ser mejores prácticas comerciales. Si no es así, podría haber un problema con su proceso, sus datos o ambos.
ProcessMaker es un software de BPM de código abierto que le permite definir procesos de forma intuitiva, teniendo en cuenta el resultado deseado. ProcessMaker tiene numerosas herramientas ya incorporadas, y debido a que es de código abierto, es totalmente personalizable para su contexto. ¿Por qué no tomar el ProcessMaker Enterprise Edition para una prueba de manejo? O puede descargar la Edición Comunitaria de ProcessMaker de forma gratuita. Hacer que su negocio mejore es su objetivo, y es nuestro objetivo también.

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