La brecha digital se está ampliando en la educación superior.
Como miles de las instituciones se ajustan a la instrucción a distanciala necesidad de una tecnología robusta e inteligente es más que un bien que tener, es un imperativo.
Pero el valor de la transformación digital va más allá de albergar cursos online improvisados.
Las instituciones que ya han adoptado la automatización de los procesos digitales aprovechan la tecnología para lograr lo que Gartner describe como los cuatro objetivos clave de la transformación digital: mayor competitividad, mayor rentabilidad, mejor experiencia del cliente y mayor agilidad en toda la empresa.
Para las instituciones que no se han vuelto digitales, este artículo explorará cómo la transformación digital puede ayudarles a hacer lo mismo.
Aumento de la competitividad
El número de universidades de cuatro años en los Estados Unidos ha crecido más del 40 por ciento desde 1980. Desde las universidades online hasta escuelas especializadas de nichocada generación sucesiva de estudiantes tiene más opciones para elegir cuando se considera dónde seguir una educación.
Esta expansión del mercado crea desafíos para algunas instituciones tradicionales. A medida que el mundo se vuelve cada vez más digital, los futuros estudiantes esperan que las universidades les proporcionen el mismo nivel de comodidad del que disfrutan en otras áreas de sus vidas.
The Economist encontró que fracaso en la innovación hace que las instituciones educativas atascadas en el pasado tecnológico sean menos competitivas y la creciente inscripción en programas de licenciatura en línea es un buen ejemplo de este cambio.
Para seguir siendo competitivos en un mundo digital, las instituciones con visión de futuro deben seguir el ritmo de la tecnología para satisfacer las cambiantes demandas de los estudiantes.
Para lograrlo, deben adoptar la transformación digital, no como una serie de cambios rápidos, sino como un enfoque holístico para mejorar las operaciones de una manera que redefina la forma en que ofrecen valor.
Con un sistema inteligente de gestión de procesos empresariales (iBPM), las universidades pueden crear modelos sostenibles en línea que atraigan e involucren a los estudiantes en sus canales preferidos.
Mayor rentabilidad
Ya sea que una institución sea pública, privada, sin fines de lucro o con fines de lucro, su capacidad de generar ingresos afecta a la forma en que puede invertir el dinero-desde los esfuerzos de reclutamiento de estudiantes hasta el desarrollo del currículum.
Esta es también la razón por la que muchas universidades retrasan la transformación digital. Con presupuestos limitados e intereses en competencia, algunas instituciones consideran que la verdadera transformación digital es demasiado costosa de asumir.
En realidad, la transformación digital es una inversión a largo plazo. Es la forma más segura para que las instituciones educativas aseguren una rentabilidad sostenible en un espacio cada vez más competitivo.
Con un sistema de gestión de procesos empresariales (BPM) en marcha, las universidades pueden:
- Erradicar los procesos manuales y en papel, reduciendo el potencial de error y participación humana
- Gestionar grandes cantidades de procesos basados en datos protegidos por reglamentos (es decir, mantener el cumplimiento)
- Conectar sistemas de terceros (gestión del aprendizaje, gestión de documentos y herramientas de firma digital) para obtener conocimientos sólidos y holísticos
- Supervisar el progreso hacia los KPI con notificaciones personalizadas
Cuando se combinan, los beneficios de la transformación digital permiten a las universidades operar de manera eficiente y a escala, reduciendo los costos de operación en el proceso.
Mejor experiencia del cliente
Mejorar la experiencia del cliente es una prioridad máxima para las organizaciones a través de las industrias. Aquellos que pueden identificar y optimizar cada punto de contacto a lo largo del viaje del cliente construyen la lealtad, ganan embajadores de la marca e incrementan los ingresos.
Las instituciones educativas ven resultados similares. Las universidades que dan prioridad a la experiencia del estudiante pueden producir mejores resultados de aprendizaje, mayores tasas de retención y graduación, mejores tasas de empleo y salarios iniciales más altos.
Pero antes de que cualquier escuela pueda lograr estos beneficios, debe invertir en la tecnología necesaria para poner a los estudiantes en primer lugar.
Con el software de gestión de procesos empresariales inteligentes (iBPM), las instituciones de educación superior pueden revisar completamente sus procesos para mejorar la experiencia de los estudiantes.
Desde los flujos de trabajo específicos de los departamentos que ayudan a agilizar las solicitudes de los estudiantes, hasta los sistemas integrados que permiten a los estudiantes ayudarse a sí mismos, la transformación digital arma a las instituciones con los datos y la infraestructura para satisfacer mejor las necesidades de los estudiantes a escala.
Los beneficios de la transformación digital también se extienden a los educadores y administradores. Al dedicar mucho menos tiempo a los flujos de trabajo manuales y a los sistemas separados, el personal universitario puede centrarse más en las tareas de alto nivel y menos en las de bajo valor.
Mayor agilidad en toda la empresa
Una universidad funciona muy parecido a una empresa. Ambas tienen jerarquías complejas y ambas se enfrentan a interacciones de apoyo entre múltiples personas y departamentos, tanto interna como externamente.
Este nivel de complejidad puede hacer que una tarea aparentemente sencilla -como la presentación de un formulario- se convierta en un proceso prolongado que implique varios pasos e interesados.
Para eliminar las ineficiencias que surgen de los procesos basados en el papel, un número creciente de instituciones están siguiendo el ejemplo de las organizaciones empresariales mediante la digitalización de los flujos de trabajo críticos.
Esto les proporciona algunos beneficios. La digitalización de formularios, firmas y generación de documentos elimina la necesidad de reunirse cara a cara o de rebotar entre sistemas de silos. Con el derecho flujos de trabajo digitales en su lugar, las universidades pueden:
- Mover documentos a través del campus electrónicamente
- Autopoblar los campos de formulario extrayendo información de una base de datos
- Habilitar las firmas electrónicas
- Acceder a diversos recursos desde una plataforma central que se integra con sistemas de terceros
Con una solución BPM de bajo código, las interfaces intuitivas de "arrastrar y soltar" permiten al personal no técnico idear soluciones escalables basadas en el caso de uso de su institución. En conjunto, estas universidades son capaces de desplegar soluciones que les ayudan a ser más rápidas y más rentables, sin importar lo que se les eche encima.