Cómo facilitar el proceso de disciplina de los estudiantes de su escuela
Todas las escuelas necesitan procesos disciplinarios apropiados para la población estudiantil para regular las acciones y el comportamiento de los estudiantes y documentar cuando se toman acciones disciplinarias. Mientras que muchas infracciones menores en el salón de clases pueden ser manejadas instantáneamente por un maestro y no requieren documentación, la mayoría de las escuelas prefieren documentar instancias donde se necesitan acciones disciplinarias más significativas.
Al esbozar las reglas y las consecuencias de su incumplimiento en un manual para estudiantes, y al hacer que los estudiantes y los padres firmen que las han leído y comprendido, se crea el marco para una disciplina más justa y eficaz. La documentación de las infracciones y las acciones disciplinarias proporcionan un relato de los hechos que puede ser revisado por los profesores, estudiantes, administradores y padres. Sin procesos para documentar las infracciones y la disciplina, pueden producirse confusiones, malentendidos e incluso conflictos legales.
Acciones disciplinarias progresivas y procesos de acompañamiento
El típico sistema escolar K-12 tiene una "escalera" o jerarquía de apoyo y acciones disciplinarias cuando los estudiantes rompen las reglas. Aunque la mala conducta de los estudiantes debe ser manejada caso por caso, tener procesos consistentes ayuda a asegurar que la disciplina impuesta se haga con consistencia y justicia.
Cuando se produce una infracción, el proceso disciplinario debe comenzar con la documentación del evento y las circunstancias que lo rodean. Es posible que algunas infracciones sólo merezcan intervenciones de orientación, mientras que otras deben entrañar el contacto con los padres o la intensificación de la respuesta disciplinaria de alguna otra manera. Cuando esto sea necesario, la documentación de todo el proceso es lo más justo para todas las partes involucradas.
Documentar la orientación y las medidas disciplinarias
Cuando un estudiante se involucra en un comportamiento suficientemente inapropiado, el maestro o un administrador típicamente contacta al padre y luego toma algún otro paso disciplinario como tener una conferencia uno a uno con el estudiante, enviando al estudiante al consejero de la escuela, o refiriendo al estudiante a la oficina del decano o director. Documentar estos incidentes facilita a los maestros, administradores y padres reconocer los patrones de mala conducta y estar mejor informados en caso de que más adelante sea necesario tomar medidas disciplinarias.
Documentar la detención y la suspensión
La detención es uno de los castigos escolares más comunes en muchos países. La detención requiere que un estudiante esté en un aula designada a una hora específica durante el día escolar, como el recreo, el almuerzo o después de la escuela, o que asista a la escuela en un día no escolar - típicamente un sábado. Cuando a los estudiantes se les asigna detención en días no escolares, puede haber leyes que obliguen a los padres a dar un cierto aviso previo, y este paso puede ser incorporado en el proceso disciplinario. Documentar la asignación de la detención y que un estudiante cumplió con el período de detención asignado puede ser valioso si hay preguntas al respecto.
La suspensión, o el permiso obligatorio asignado a un estudiante, puede ser asignado tanto en la escuela como fuera de ella. Los padres o tutores siempre son notificados sobre la razón y la duración de la suspensión, ya sea que se sirva en la escuela o fuera de ella. Documentar el proceso de suspensión es también una parte importante de los registros disciplinarios.
Los procesos electrónicos crean una pista de auditoría completa
Cuando los procesos disciplinarios se documentan mediante formularios y flujos de trabajo electrónicos, las ventajas son inmediatas. Los formularios electrónicos no sólo son más rápidos, sino que además no son ilegibles ni se pierden, y pueden imprimirse copias en papel en cualquier momento. Las copias pueden enviarse electrónicamente a los padres sin demora, y todos los formularios de un proceso de flujo de trabajo disciplinario crean un registro de auditoría de lo ocurrido, qué medida disciplinaria se asignó y cuándo finalizó la medida disciplinaria. Es más limpio, más rápido y evita que el personal administrativo tenga que dedicar tiempo a archivar papeles.
Los procesos disciplinarios bien planificados protegen a las escuelas y a los estudiantes
Un proceso disciplinario escolar que se explique claramente y se administre de manera consistente es mejor para todas las partes involucradas. Las escuelas pueden documentar que sus decisiones disciplinarias fueron apropiadas para la situación, los padres pueden seguir el proceso de principio a fin y los estudiantes saben que su cumplimiento de una asignación disciplinaria se anotará y formará parte del registro.
No es necesario contratar a un programador para crear estos flujos de trabajo electrónicos. Los sistemas escolares pueden utilizar software como ProcessMaker, que es un software de código abierto para la creación de formularios y flujos de trabajo electrónicos, sin la ayuda de un programador u otros profesionales de la informática. Es la forma inteligente de crear formularios y flujos de trabajo personalizados que se ajusten exactamente a las políticas y procedimientos de su escuela, y asegurar que los procesos disciplinarios sean eficientes y estén bien documentados.
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